Estalla tu risa, y miro cómo crece en la garganta un vulgar disfraz de deseos metafísicos.
Ante mí, creerías que pienso en ti, cuando siento tan solo pesadumbre de árboles, salvajes clamores de sueños.
Te he visto llena de tristes pecados y faringitis. Mas, detenido para siempre por fríos obstáculos de horas, tanto da que te ame, a ti o a cualquier otra. |
|